domingo, agosto 23, 2009

NANOLAND

La república de Almibar crece muta y se expande sin más limitación que la red neuronal que la sustenta.Mi apuesta es el país diminuto, la tierra enana cubierta por matorrales de formas caprichosas que imitan arquetipos de tiparracos y bichos desclasificados. Viajando sin rumbo llegarás al punto de partida, la frontera imaginada que nos libra de la necesidad de un ejército y mantiene a salvo nuestras tierras en Nanoland.
El himno zumba como un trasformador regado con vino. Orgullo de la tierra enana en el país envuelto por arena y agua salada.